Allí monté mi primera bicicleta.
Allí fui a las últimas tiendas de videos, los últimos fliperamas y los primeros cibercafés.
Y fui al cine del Big Shopping.
Allí en la Plaza de la Gloria yo vi pasar los autos, las nubes, las adolescentes.
En los callejones de este barrio vi amantes, borrachos, perros, marijuana.
Sin salir de allí, visité a Macondo.
Besé a una chica que cantaba la Canción Por La Unidad de Latino America.
Te llaman Eldorado porque apestas.
Y yo no te extraño, Eldorado,
porque no hay saudade en español.